La alergia a Anisakis es un tema
bastante conocido y del que ya se ha hablado en este blog (en Mayo de 2015, por
la Dra. Rocío de la Higuera Artesero, bajo el título “Alergia a Anisakis, ¿cómoevitarla?”). Este parásito, que afecta accidentalmente al hombre tras la
ingesta de peces marinos o cefalópodos crudos o poco cocidos, puede ser
combatido mediante la congelación o cocinando el alimento a altas temperaturas.
Sobre la congelación, se recomendaba mantener el alimento a -20ºC un mínimo de
48 horas; no obstante, desde el día 10 de julio de 2018, las autoridades
sanitarias recomiendan aumentar a 5 días el tiempo mínimo, debido a casos de
patología por Anisakis pese a haber respetado el tiempo previo. Por lo dicho,
podemos ver la importancia de congelar estos productos. Pero vamos a centrarnos
ahora en los efectos que esta congelación puede tener.
Anisakis simplex |
Hasta el momento, era sabido que las
altas temperaturas modifican la estructura proteica de los alimentos. Poniendo
el ejemplo del huevo, existen pacientes alérgicos que no lo toleran crudo, pero
sí cocido (ya que sus proteínas se encuentran alteradas, desnaturalizadas, y el
sistema inmune no puede reconocerlas de la misma forma). ¿Puede suceder lo
mismo con la congelación?
Ejemplo de desnaturalización de proteínas por altas temperaturas |
Lo primero fue descartar que se tratase
de algún conservante, pero no parecía probable. Los conservantes empleados en
crustáceos congelados son los mismos que se emplean en múltiples alimentos que
ella tolera perfectamente.
Las pruebas cutáneas y la determinación
de IgE específica para gamba fueron negativas. Pedí a la paciente que en la
siguiente consulta aportase una gamba fresca y otra congelada, con las que
realicé prick-by-prick (técnica en la que con una lanceta se punciona el
alimento a probar, y posteriormente la piel del paciente) usando cabeza y cola
de cada una. El resultado fue claramente positivo con gamba congelada, y la
recomendación para la paciente fue evitar exclusivamente los crustáceos
congelados (tal y como ella ya hacía).
Test cutáneo prick-by-prick |
En Cádiz se imparte un curso denominado
ALORA (Alergia aLimentaria de ORigen Animal), destinado a profesionales que
abordan esta patología; en su edición del año 2017 se debatió la posibilidad de
que la congelación pudiese alterar la estructura proteica de las proteínas de
crustáceos, en base a la existencia de pacientes que presentan síntomas como
los que he descrito. Hace pocos días, a finales de Septiembre de este mismo
año, he tenido ocasión de acudir a la última edición, donde ha vuelto a
abordarse este tema y se han arrojado nuevos datos de los efectos de la
congelación, en esta ocasión en los pescados, a raíz de los últimos estudios
que ellos mismos están llevando a cabo.
Se han evaluado las proteínas presentes
en pescado a temperatura ambiente, a -20ºC (lo habitual en un congelador
doméstico de tres/cuatro estrellas) y a -80ºC, y se ha comparado con el efecto
ya conocido que producen las altas temperaturas. Los resultados han demostrado
que a -80ºC se obtienen cambios en el plegamiento en la estructura terciaria de
la proteína similar al que podemos observar con altas temperaturas; esto podría
explicar que la molécula se presente de forma diferente al sistema inmune,
apareciendo nuevos epítopos (zonas a las que se unen los anticuerpos al ser
reconocidas) que desencadenen una respuesta alérgica que no se da con la
proteína nativa a temperatura ambiente. Cabe destacar que a -20ºC no se han
observado cambios significativos.
La congelación puede alterar proteínas en pescado y marisco |
La ultracongelación a la que se someten
estos alimentos al ser capturados en el mar puede ser responsable de alteraciones
en las proteínas, dado que no se ha visto que las temperaturas alcanzadas en
congeladores domésticos consigan el mismo efecto. Este es el motivo por el que
se escogió -80ºC como valor de referencia para realizar el estudio. No
obstante, en alimentos para consumo humano nunca se deben alcanzar temperaturas
tan bajas, aunque sí pueden alcanzarse entre -40 y -60ºC.
Buque pesquero con sistema de ultracongelación |
Dr. Oliver Muñoz
Daga
Especialista en
Alergología
Grupo
AlergoMálaga
Desde hace años, tengo comprobado que me dan diarrea las gambas congeladas. A la media hora de la ingesta ya me pongo mal de la barriga. Soy un detector de marisco congelado por tal motivo.
ResponderEliminarMe pasa igual! Solo que además me da picor de la garganta y malestar
ResponderEliminarCuando como gambas congeladas o no frescas, me salen habones cara y picor..hoy tb he amanecido con el párpado ojo hinchado..fue ayer noche.las compré pensando que eran frescas pero me produjo urticaria y raro pero he amanecido párpado inflamado
ResponderEliminarYo también soy alérgica a las gambas congeladas
ResponderEliminarHasta los 35 o así tomaba todo tipo marisco, pero de pronto comprobé que era alérgico a algunos tipos... por casualidad en un viaje a Melilla probé y nada me afectó. Desde entonces si encuentro marisco fresco tomo sin problemas. El congelado, en cualquier formato me genera reacción alérgica similar a las de srriba, lengua, habonew, picores...etc. un pescador me dijo que utilizan unos líquidos y hielos especiales para la.congelación que mantiene color y aspecto del bicho... a saber!.
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