Acabamos de pasar una de las noches
donde más presente se hacen los sustos y el miedo en el año, la noche de
Halloween, o para los más tradicionales la víspera de Todos los Santos, y para
salirnos un poco de la rutina de la alergología se me ocurrió abordar un tema
que tenemos muy presente casi todos los días en la consulta, el miedo a los
pinchazos.
Halloween |
Todos, y cuando digo todos es todos, en algún
momento de la vida tenemos miedo de algo. El esquema clásico del mecanismo de
generación del miedo pasa por reconocer un estímulo concreto, llamado objeto fóbico, ante el cual se
desarrolla una respuesta de ansiedad
que puede llegar incluso hasta al ataque de pánico.
En la infancia, suelen ser miedos
primarios, miedos a lo desconocido, a la oscuridad, a quedarse solo… porque
dependemos de alguien que nos proporciona seguridad. Existen otros muchos
miedos comunes relacionados con nuestro entorno natural como el miedo a las
tormentas, a las alturas, a las aguas profundas, a los espacios abiertos… o con
nuestro entorno social como el miedo a hablar en público o miedo escénico y el
miedo a ir al médico.
El miedo a la oscuridad, uno de los más frecuentes en la infancia |
En la consulta de cualquier médico es
habitual ver como sobre todo los más pequeños desarrollan un miedo a la bata blanca o a la figura del
médico, porque relacionan esa imagen con la de desagradables exploraciones con
depresores linguales, otoscopios, quedarse desnudos en la camilla de
exploración, recibir vacunas, etc. Por este motivo en muchas ocasiones
prescindo de ponerme la bata, porque no es la primera vez que solo entrando por
la puerta un niño se pone a llorar desconsoladamente. Cuando este miedo a ir al
médico, se convierte en algo patológico se denomina yatrofobia. Incluso hay personas que este miedo lo hacen extensible
al ámbito sanitario, como entrar en el hospital o percibir el olor a alcohol.
Yatrofobia: Miedo a ir al médico |
Hace ya unos meses que sigo un paciente
en consulta con una fobia bastante específica, que el miedo a las agujas o belonefobia. Esta palabra viene derivada
del griego βελόνη (belónē), que significa ‘aguja’, y φοβία, que significa
‘temor’.
Belonefobia: Miedo a las agujas |
Podemos encontrar este término con otros
sinónimos como ecmofobia o aicnofobia
(el temor a objetos puntiagudos o afilados), la tripanofobia (miedo a las inyecciones), y a menudo se relaciona con
otro tipo de fobias como son la fobia a la sangre (hematofobia) o a las heridas (traumatofobia).
Hematofobia: Miedo a la sangre. |
En muchas ocasiones, los niños
manifiestan miedo ante una situación como un reflejo de imitación por un temor contagiado
por sus propios padres, absorbiendo sus emociones y proyectándolas, es decir los
padres que expresan nerviosismo en la consulta contagian inconscientemente a
sus hijos, por tanto hay siempre que transmitirles seguridad. Este no es el
caso de mi paciente, sus padres son firmes, decididos, transmiten seguridad a
su hijo, grandes dosis de paciencia y comprensión.
Recuerdo que ya en la primera consulta,
solo para hacer las pruebas cutáneas o prick test, donde empleamos lancetas que
poseen un minúsculo pincho de 1mm, dedicamos unos 40 minutos para poder
llevarlas a término, pero finalmente con paciencia conseguimos hacerlo y así
establecer el diagnóstico de su alergia respiratoria.
A día de hoy, aún persiste su miedo,
pero acompañado de sus padres lleva más de medio año acudiendo a mi consulta
para recibir mensualmente su dosis de vacuna antialérgica y está mejorando su
sintomatología notoriamente, motivo por el cual seguimos decididos tanto sus
padres como yo a continuar con la inmunoterapia.
¿Cómo
abordar estos miedos?
Obviamente yo soy lego en este campo, pero
según las fuentes consultadas, parece aportar más beneficios el tratamiento
psicológico con terapias cognitivo-conductuales para tratar la belonefobia y
superar el miedo a las agujas y los objetos punzantes.
La principal estrategia utilizada suele
ser la exposición progresiva y gradual de estímulos al sujeto con el objetivo
de que se vaya habituando a ellos, y por
otro lado, para prevenir la respuesta de ansiedad suele resultar útil
incorporar estrategias de relajación.
Juntos lo conseguiremos |
Juntos lo conseguiremos.
Dr. Jaime García
Campos.
Médico
Especialista en Alergología.
Grupo
AlergoMálaga.
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