Vivimos en una sociedad en la que se
promociona la actividad deportiva como hábito saludable. De todos es conocido
que la práctica de ejercicio físico de forma regular tiene beneficios tanto
psíquicos (mejora la autoestima, reduce el estrés, la depresión y la ansiedad),
como físicos (mejorando la presión arterial, las cifras de glucemia, reduciendo
el colesterol, aumentando la densidad ósea, etc). Pero, ¿qué ocurre cuando la
práctica de la actividad deportiva provoca síntomas como dificultad para
respirar?
Ejercicio físico regular como hábito saludable |
Eso es lo que nos refería Javier en la
consulta. Javier tiene 25 años y suele correr 4-5 días a la semana. Contaba que,
con la finalización del ejercicio físico, presentaba tos, opresión en el pecho
y dificultad respiratoria, que duraban unos 10-15 minutos y cedían
progresivamente. En ocasiones también notaba los síntomas mientras practicaba
la actividad, aunque con menor intensidad. Fuera de la práctica de deporte
Javier se encontraba asintomático.
Lo que nos refería nuestro paciente es
lo que se llama Asma Inducida por Ejercicio (AIE) o Broncoespasmo Inducido
por Ejercicio (BIE), y se produce por una obstrucción aguda y reversible de
las vías aéreas respiratorias inferiores ocasionadas por la actividad física.
Estos síntomas pueden presentarse solo durante la misma o, lo que es más
frecuente, asociarse con otras formas de asma ya sea alérgico o no. La causa de
esta obstrucción se produce por la hiperventilación que provoca sequedad y
enfriamiento a nivel de la mucosa bronquial dando lugar a la liberación de una
serie de mediadores que provocan la inflamación y obstrucción de la vía aérea. Los
ambientes fríos, secos, contaminados o polinizados actúan como factores
facilitadores de esta reacción.
Espirometría forzada |
Para confirmar nuestra sospecha
diagnóstica, le realizamos a Javier una espirometría basal que fue normal, y un
test broncodilatador para descartar un asma mal controlado exacerbado por el
ejercicio, que fue negativo. Posteriormente se le realizó un test de
ejercicio físico con control espirométrico posterior (se hace correr al
paciente ya sea en cinta o al aire libre y se le realizan varias espirometrías
a continuación), que fue positivo, confirmando nuestra sospecha diagnóstica. También
se le realizaron test intraepidérmicos con los aeroalérgenos más prevalentes en
nuestro medio (pólenes, ácaros, epitelios, hongos), que fueron negativos.
Ejercicio en cinta rodante |
Ya tenemos a Javier diagnosticado de
Broncoespasmo Inducido por Ejercicio. ¿Hay que recomendarle evitar la
práctica deportiva? Ni mucho menos, al contrario, se le debe estimular a
que siga practicándola porque mejorará su capacidad pulmonar, pero con una
serie de indicaciones.
Existen actividades que se toleran peor
como la carrera, el futbol, el baloncesto, etc. En general, aquellas que se
realizan al aire libre y que requieren esfuerzos continuados. En principio, la
natación es considerada la actividad con menos probabilidades de ocasionar síntomas
de asma en este tipo de pacientes. También, caminar, pasear en bicicleta, el
golf, etc.
Siempre se deben realizar ejercicios de
precalentamiento durante 10-15 minutos. Se debe procurar respirar por la nariz
y no por la boca. Una vez finalizada la actividad deportiva, se recomienda
realizar un enfriamiento progresivo. Evitar la práctica deportiva los días de
intenso frío, contaminación alta o aquellos con alta concentración de pólenes (en
el caso de que el paciente sea alérgico). Asimismo, se deberá evitar la
práctica deportiva los días que esté acatarrado o con síntomas de asma.
Aparte de estos consejos, a nuestro
paciente le prescribimos la administración de una medicación inhalada 15
minutos antes de la realización del ejercicio (Salbutamol o Terbutalina). A este tratamiento responde el 80-90% de
los casos. Cuando se trata de un asma persistente no controlada que se agrava
con el ejercicio físico, lo primero sería ajustar el tratamiento de base del
paciente antes de recomendar la práctica de deporte.
Salbutamol como tratamiento previo al ejercicio físico |
Y, para terminar, insistir en la práctica
de ejercicio físico regular como hábito saludable. El diagnóstico de
Broncoespasmo Inducido por Ejercicio no es ningún impedimento para la práctica
del mismo, de hecho, se estima que el 10% de los deportistas de elite son
asmáticos, y como ejemplos tenemos a: David Meca, Gemma Mengual, Miguel
Indurain, Teresa Zabel, David Beckham…
Grandes deportistas con asma bronquial |
Dra. Rocío de la
Higuera Artesero
Médico
Especialista en Alergología
Grupo
AlergoMálaga
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