María es una
mujer de mediana edad que acude a consulta de alergología por primera vez.
Desea realizarse un estudio completo de alergia a medicamentos. Cuando le preguntamos
qué le ha sucedido, ella nos cuenta:
- No puedo
tomar ningún medicamento, doctor. Todos me dan alergia. Cada vez que mi médico
me manda algo para el dolor, me cae fatal al estómago, me duele muchísimo. Hace
unos meses, me mandaron esto [nos enseña una fotografía en el teléfono móvil en
la que vemos una caja de Tramadol], y al tomarlo pensé que me iba a morir:
náuseas, mareos, no podía mantenerme de pie… Yo no sé a qué componente de las
pastillas soy alérgica, doctor, pero algo hay, y todas me dan reacción.
“¿Qué medicamentos me producen alergia?” Una duda común
|
El motivo de
consulta relatado es relativamente frecuente, y en este caso en concreto no
estaríamos hablando de una alergia como tal a un medicamento. La paciente
desconoce este hecho, y en muchas ocasiones también existe cierta confusión
entre los propios profesionales sanitarios de otras especialidades diferentes a
la alergología.
Ante cualquier
efecto perjudicial y no intencionado producido tras la administración de un
medicamento, en las dosis habitualmente empleadas en humanos para un fin en
concreto, hablamos de reacción adversa al fármaco. En general, éstas pueden
dividirse en dos tipos:
Tipo A: son
reacciones dosis dependientes, predecibles, relacionadas con la actividad
farmacológica del medicamento y pueden aparecer en cualquier individuo. En
algunos casos, son inevitables. Suponen el 80-90% de las reacciones adversas, y
en general están descritas incluso antes de la comercialización del
medicamento. Un ejemplo lo constituye la gastropatía por AINEs que
probablemente relataba la paciente de nuestro ejemplo anterior.
Tipo B: estas
reacciones, habitualmente, no dependen de la dosis administrada del
medicamento. La mayoría son impredecibles, y afectan sólo a sujetos
susceptibles. Son las llamadas reacciones de hipersensibilidad a fármacos,
y pueden clasificarse a su vez en alérgicas (mediadas por un mecanismo
inmunológico) y no alérgicas (mediadas por mecanismos no inmunológicos). Un
ejemplo puede ser un episodio de anafilaxia tras la toma de un comprimido de
Amoxicilina.
Clasificación de las reacciones adversas mediadas por fármacos |
El uso de varios medicamentos puede ocasionar interacciones indeseables entre ellos |
Las reacciones
de tipo B suelen ser impredecibles. En ocasiones suceden pocos minutos tras la
toma de un medicamento (inmediatas), pero otras veces aparecen más de una hora o
hasta días después (no inmediatas), lo que puede dificultar su identificación.
Suelen cursar con clínica cutánea (eritema, urticaria, exantema…) con o sin
afectación de otros órganos o sistemas, aunque no siempre es obligatorio que
aparezca afectación de la piel. Estos casos son los que requieren valoración
por parte de un especialista en alergología, con el objetivo de alcanzar un
diagnóstico lo más correcto posible, así como para poder identificar cuáles son
los medicamentos implicados en la reacción.
Lesiones características de urticaria |
El diagnóstico
se consigue mediante una historia clínica detallada que nos ofrezca todos los
datos necesarios para llegar a una sospecha diagnóstica. Conocer qué
medicamento exacto ha producido la reacción es crucial, así como el motivo por
el que se inició el tratamiento, la dosis y vía de administración, los síntomas
desencadenados y la temporalidad en relación a los mismos, el tratamiento
necesario para su resolución y el número de episodios sucedidos. Entre las
pruebas complementarias, se dispone de pruebas cutáneas, estudio analítico y
otras pruebas de laboratorio, dependiendo del fármaco y la reacción. No
obstante, en la mayoría de casos la prueba fundamental será la administración de medicamentos de forma
controlada en un centro hospitalario, bien sea para confirmar / descartar
el diagnóstico, o para comprobar la existencia de buena tolerancia a
tratamientos alternativos.
El test de exposición controlada a medicamentos es la técnica fundamental en el estudio de hipersensibilidad a fármacos |
Conviene saber
que las reacciones de hipersensibilidad suelen ser específicas de un fármaco
concreto o de un grupo farmacológico específico (por ejemplo, AINEs o antibióticos
beta-lactámicos). Un paciente que presente sintomatología frente a todos los
medicamentos que emplee, incluso perteneciendo a diferentes grupos, debe
hacernos sospechar en otro tipo de patología; no obstante, será la historia
clínica lo que nos orientará definitivamente sobre lo que le esté sucediendo.
Si existen dudas, el médico especialista en alergología es el profesional
preparado y con la experiencia necesaria para una correcta valoración.
La alergología es la especialidad médica que estudia la hipersensibilidad a medicamentos |
Para
finalizar, una aclaración: si no se ha dado ningún síntoma, no hay enfermedad.
Varios pacientes acuden a las consultas de alergología porque quieren saber si
existe algún medicamento al que sean alérgicos, pero que nunca han presentado
reacciones de ningún tipo. Debe quedar claro que, por lo tanto, no son
alérgicos. ¿Existe el riesgo de desarrollar una reacción de hipersensibilidad a
medicamentos? Sí, y es el mismo que tenemos todos en la población general; sin
embargo, hasta que no se haya dado esta reacción, no existe enfermedad
alérgica, y no hay pruebas complementarias actualmente que puedan predecir si
esto llegará a suceder.
Dr.
Óliver A. Muñoz Daga
Médico
Especialista en Alergología
Grupo
AlergoMálaga
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