Los frutos secos son llamados así porque
todos tienen una característica en común, que es la presencia de forma natural
de menos de un 50% de agua en su composición. Este rasgo nos sirve para
distinguirlos de las frutas desecadas, las cuales en muchas ocasiones se
comercializan bajo el mismo calificativo que los primeros.
Frutos Secos |
De este modo y para tener una referencia
clara de a qué grupo pertenece cada cual, tenemos como frutos secos: almendras,
anacardos o merey, avellanas (“avellana americana” en Málaga), bellotas,
cacahuete o maní (las mal llamadas “avellanas” en Málaga), castañas, nueces (de
California, de Pecán, de Macadamia…), piñones, pistachos o alfóncigos…, que son
semillas comestibles envueltas por una cáscara dura, con alto valor nutricional
en ácidos grasos poliinsaturados, proteínas, fibra, minerales y vitaminas. “Popularmente”,
se aceptan como frutos secos: el cacahuete, que es en realidad una legumbre,
así como en ocasiones los garbanzos y las habas tostadas, el maíz tostado o
“kikos”, y las semillas de girasol (las “pipas”) o las de calabaza.
Frutos secos variados: Nueces, anacardos, avellanas, almendras |
Las frutas desecadas no son otra cosa
que frutas con alto contenido en azúcares que se someten a un proceso de
desecación para aumentar su durabilidad y tiempo de consumo, tales como: uvas
pasas, higos secos, dátiles, ciruelas pasas, orejones (albaricoques), etc.
Fruta desecada: Higos secos, pasas, damascos |
Los frutos secos aceptan muchas formas
de consumo, la más habitual como aperitivo tostado o frito, pero existen otros
modos de presentación: incorporados a postres y repostería, algunas
estacionales como en turrones y mazapanes o en chocolates y galletas. Pero no
hay que dejar de prestar atención a su amplio uso en la gastronomía
mediterránea en salsas típicas (salsa romesco, pesto, picadas), sopas, cremas,
ensaladas, o acompañando a carne, pescado, en yogures y, como no, con queso y
membrillo.
En España, los frutos secos que se
consumen con más frecuencia son las nueces, cacahuetes, almendras, pistachos y
avellanas.
Consumo
de Frutos Secos en España en 2014
|
||
Producto
|
Volumen
(miles
de kg)
|
Consumo
per
capita
|
Frutos
secos
|
126.590,84
|
2,82
|
Nueces
|
27.658,07
|
0,62
|
Cacahuete
|
11.634,71
|
0,25
|
Almendra
|
11.401,79
|
0,23
|
Pistacho
|
4.819,99
|
0,12
|
Avellana
|
3.869,20
|
0,12
|
Surtido
|
8.502,53
|
0,19
|
Otros
|
58.704,54
|
1,33
|
Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio
Ambiente
Almendras, Pistachos, Avellanas, Anacardos y Cacahuetes |
Aunque la prevalencia real de la alergia
a frutos secos es desconocida, los estudios que más certeramente aproximan el
problema, sitúan su frecuencia global en menos del 2% de la población. Según el
estudio español Alergológica 2005, analizando 369 pacientes con alergia a
alimentos, el 26% padecía alergia a frutos secos, de los cuales un 72.6% serían
mayores de 15 años, 14.8% niños de 6-15 años y un 12.6% niños de 3-5 años,
siendo infrecuente en menores de 3 años, seguramente por las costumbres de
consumo que tenemos en nuestro país.
En los niños es más común la
sensibilización a un único fruto seco, mientras que en adultos suelen ser
sensibilizaciones múltiples, posiblemente asociado a la exposición progresiva a
toda la diversidad de los mismos.
Aunque originarios de grupos botánicos
diferentes, son probables los fenómenos de reactividad cruzada entre frutos
secos, y también entre frutos secos y pólenes, pudiendo ser estos últimos una
de las causas de este incremento en la sensibilización.
A nivel mundial, la alergia a frutos
secos más frecuente es la debida al cacahuete, sin embargo, en España, por las
costumbres de consumo, encabezan el problema la nuez y la almendra, siempre
supeditado a las distintas edades de los pacientes y las diferentes áreas
geográficas.
La mayoría de los alérgenos corresponden
al grupo de proteínas de defensa vegetal, al grupo de proteínas de
almacenamiento, o a las profilinas. Todas estas proteínas suelen ser muy
similares a las presentes en otros frutos secos, por tanto justifican los
fenómenos de reactividad cruzada. Hay que tomar en consideración que estos
alérgenos también los contienen los pólenes, y por ello se describen también
fenómenos de reactividad cruzada entre pólenes y frutos secos.
Teniendo
en cuenta todas estas consideraciones… si mi hijo es alérgico a un fruto seco,
¿debe evitarlos todos?
Lo
cierto es que no existe una respuesta fácil y universal con la que dar solución
de forma inequívoca a esta pregunta. Todo dependerá de la historia clínica, el
tipo de reacción, el/los fruto/s seco/s implicado/s, y las pruebas
alergológicas realizadas (pruebas cutáneas en “prick”, IgE específica en
análisis de sangre, y provocación oral si procede). Para que os hagáis una
idea, poniendo dos ejemplos muy claros y concretos:
-Paciente 1: Niño que consume 2-3
nueces, y a los 15 minutos tiene rochas por el cuerpo y labios inflamados.
Tiene pruebas positivas a nuez y otros frutos secos como almendra y cacahuete,
con los cuales nunca ha tenido reacción y que sigue consumiendo sin problemas.
A este niño solamente habría que quitarle la nuez, y no hacerle una prohibición
extensiva a todos los frutos secos.
-Paciente 2: Niña que consume
“revuelto de frutos secos”, y a los 10 minutos tiene inflamación de labios y
picores. Tiene pruebas positivas a distintos frutos secos, y en la analítica,
IgE específica positiva a varios frutos secos pero destaca la almendra. Habría
que prohibirle de entrada el consumo de frutos secos en general, y
posteriormente realizar estudios de provocación para aclarar cuál o cuáles han
sido realmente los responsables de la reacción para aconsejarle su evitación.
Revuelto de Frutos Secos |
En
el fondo, hay que intentar afinar lo más posible el diagnóstico, siempre y
cuando la historia clínica y el tipo de reacción nos lo permita, con la idea de
aconsejar lo más fielmente posible la evitación de los alimentos implicados, y
que la dieta de nuestro paciente sea lo menos limitada posible.
Dr. Jaime García
Campos
Médico Especialista
en Alergología
Grupo
AlergoMálaga
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