Numerosos estudios ponen de manifiesto la
coincidencia entre los picos de contaminación ambiental en las ciudades
industrializadas y el incremento de ingresos hospitalarios y de asistencia en
urgencias a determinado tipo de pacientes.
La Organización
Mundial de la Salud y la Agencia Europea de Medio Ambiente tienen definidos
unos estándares de calidad del aire, que se van revisando con periodicidad.
Muchas capitales europeas han dinamizado iniciativas para reducir la
contaminación cerrando el tráfico rodado determinados días del año, o, incluso,
como ha hecho Londres recientemente, imponiendo una “tasa de toxicidad” a los
vehículos más contaminantes.
Agencia Europea de Medio Ambiente |
El cambio de la fuente de energía principal
utilizada durante la revolución industrial: el carbón, por la actual: el
petróleo, y los productos derivados de su combustión: partículas diésel, ozono,
dióxido de nitrógeno, etc, parecen estar actuando como factores favorecedores
en el desarrollo y/o exacerbación de la enfermedades respiratorias alérgicas
(rinitis y asma). Existen todo tipo de opiniones sobre este tema, al que le
queda todavía mucha tela por cortar. Lo que sí se sabe es que la prevalencia de
las enfermedades respiratorias de origen alérgico es mayor cada década que
pasa, y lo es sobre todo en el ámbito urbano en comparación con el rural, y en
los países industrializados.
Contaminación del Tráfico de las Ciudades |
Las partículas de escape de los motores diésel
actúan sobre las enfermedades alérgicas de distintas formas: las derivadas del
efecto que generan sobre los propios alérgenos ambientales, como adyuvantes, potenciando
su alergenicidad; y las que se derivan de su efecto directo sobre la vía
respiratoria, sobre el epitelio bronquial y nasal. Pero no solo afectan a nivel
respiratorio, sino que son muchos los procesos que pueden agravar/precipitar
cuando se inhalan de forma continuada (lo habitual en las grandes ciudades):
enfermedades cardiovasculares, mayor predisposición a sufrir infecciones,
descompensación de las enfermedades bronquiales obstructivas crónicas (EPOC), cáncer,
etc.
El dióxido de nitrógeno (NO2) es un gas tóxico
derivado de los procesos industriales y la combustión de los motores de los
vehículos; pero también se puede encontrar en elevadas concentraciones en
muchas viviendas, por el uso de las cocinas y los calefactores durante los
meses de invierno. Se conoce que el NO2 actúa empeorando el asma a través de su
efecto potenciador de los procesos alérgicos y su acción directa sobre el
epitelio bronquial. Además, es un precursor del ozono, otro gas especialmente
oxidante y, por tanto, perjudicial para la salud.
O3: Ozono |
En los países mediterráneos se superan con
frecuencia los umbrales recomendados de ozono. A mayor tiempo soleado, mayor será
la transformación del dióxido de nitrógeno en este gas, que favorece la
inflamación de la vía respiratoria con las consecuencias que esto trae para la
salud en aquellos paciente que, de por sí, padecen de base una enfermedad
pulmonar como el asma, la bronquitis crónica, etc.
No es raro ver en las noticias a ciudadanos de otros
países, como ocurre en china, portando mascarillas en sus trayectos del
domicilio al trabajo y viceversa, o llamamientos en muchas ciudades europeas a
evitar practicar deporte en el exterior e incluso salir en los días en los que
se detectan niveles más elevados de contaminación en el ambiente.
Ciudadanos Chinos con mascarillas protectoras |
Dentro de Andalucía, Málaga, junto con la Bahía de
Algeciras, son actualmente los lugares con los niveles más bajos de
contaminación. En el último año, en Málaga, los límites permitidos o deseables
se superaron solo en momentos puntuales. En el resto de Andalucía, por no
hablar de otras regiones de España, como Madrid, el problema resulta mucho más
acuciante.
Y, aunque estén surgiendo todo tipo de iniciativas
impulsadas desde los propios gobiernos: limitaciones al tráfico rodado, tasas a
los vehículos más contaminantes, cierres temporales de fábricas o, como ha
ocurrido recientemente en China en la ciudad de Xi´an, la construcción de un enorme
purificador de aire de cien metros de altura, no es menos cierto que estamos
lejos aún de dar solución a uno de los grandes retos de mundo industrializado.
Torre Purificadora en la Ciudad China de Xi'an |
La llegada de los automóviles eléctricos, la potenciación de las redes de
transporte público, el reciclaje (que evita nuevos procesos de fabricación con
la consecuente emisión de más gases nocivos), etc; pero, sobre todo, el
compromiso internacional (en el que Donald Trump no parece querer participar),
serán aspectos clave para demostrar que somos una sociedad moderna que quiere
cuidar su presente, pero también mirar por su futuro.
Dr. Gonzalo Campos Suárez
Médico Especialista en
Alergología
Grupo AlergoMálaga
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