En los últimos años, podemos ver en el mercado cada
vez más y más complementos alimenticios con indicaciones diversas: cansancio,
estrés, antioxidantes, reforzar nuestro sistema inmunológico, multivitamínicos…
y más recientemente los probióticos, prebióticos y simbióticos tan
popularizados a través de esos yogures “bio” que te equilibran por dentro y
hacen que brilles por fuera. Pero, ¿realmente funcionan?
Los yogures "bio" potencian tu sistema inmunológico |
Antes de
indagar en sus posibles beneficios tenemos que saber qué es cada cosa.
Probióticos: Bacterias o microorganismos beneficiosos |
Los probióticos
son microorganismos vivos con efectos beneficiosos para la salud del huésped. Se
pueden administrar como medicamentos o incluidos en los alimentos (como los lácteos
fermentados). Las cepas bacterianas más conocidas pertenecen a las especies de
Lactobacillus y Bifidobacterium.
Bacterias al microscopio electrónico: representación gráfica. |
Los prebióticos
se definen como ingredientes alimentarios no digeribles, que promueven el
crecimiento selectivo y/o actividad de ciertas bacterias en el colon. Dicho de
otro modo, son “alimentos específicos para los probióticos”, generalmente
azúcares como la inulina, los fructooligosacáridos y los galactooligosacáridos.
Los simbióticos
no son más que la combinación de probióticos y prebióticos con una formulación
definida para aprovechar más aún los efectos de ambos.
¿Cuál es la teoría del funcionamiento de los probióticos?
Todo parte de la llamada microbiota
intestinal, que es el conjunto de microorganismos y bacterias que viven
en nuestro intestino (más de 500 especies distintas y 10 veces más numerosas
que nuestras propias células), y que según estudios recientes pueden modular
respuestas sistémicas tanto inflamatorias como inmunitarias (en este caso
presuponiendo balancean la respuesta inmunológica de tipo alérgico Th2 a tipo
no alérgico Th1).
El efecto mejor conocido de la administración de probióticos es la disminución
del número de deposiciones y duración de la diarrea, siendo más efectivos en la
fase de rehidratación oral, también en el síndrome de intestino irritable y
cómo veréis más abajo cierto papel preventivo en el desarrollo de
eccema/dermatitis.
Dada la amplia oferta de
distintos probióticos, con diferentes mezclas de microorganismos, distintas
cantidades de los mismos y aplicaciones para muchas patologías, la WAO (World
Allergy Organization: Organización Mundial de Alergia), realizó a finales de
2015 una revisión de toda la literatura disponible al respecto,
aplicándole a los estudios realizados una serie de parámetros de calidad para
considerarlos como válidos para incluirlos en el análisis por un grupo de
expertos incluyendo alergólogos, pediatras y médicos de familia.
En cuanto a prevención, la evidencia
científica disponible actualmente, no
indica que el uso de probióticos reduzca el riesgo de desarrollo de alergia en
niños. Sin embargo, considerando todos los resultados en este campo, el
grupo de expertos de la WAO determinó que probablemente haya beneficio al
usar los probióticos como prevención del eccema, sugiriendo que se podrían
utilizar en mujeres embarazadas o mujeres lactando con niños con alto riesgo de
poder desarrollar alergia y en niños con alto riesgo de desarrollar alergia,
teniendo en cuenta que todas las recomendaciones estan apoyadas por una evidencia
de baja calidad.
Probióticos como preventivos del eccema o dermatitis atópica |
Por otra parte, también se han realizado revisiones
sobre tratamiento con probióticos de
las rinitis alérgicas, analizando más de 153 artículos disponibles sobre el
tema hasta 2016, de los cuales solamente 23 tenían la calidad suficiente
como para ser tenidos en cuenta. Valorados individualmente, todos informan de
beneficios en al menos uno de los parámetros que valoran (calidad de vida,
síntomas o uso de medicación), pero valorados en conjunto solamente se ha
objetivado una mejoría significativa en la calidad de vida de los pacientes
respecto al placebo, sin encontrarse cambios relevantes ni en las puntuaciones
de síntomas (frecuencia e intensidad de síntomas), ni en el uso o cantidad de
medicación consumida.
¿Probióticos como tratamiento de rinitis alérgica? |
En resumen, a pesar de que la evidencia actual sugiere
que los probióticos puedan tener algún efecto beneficioso en los pacientes
alérgicos, hacen falta más estudios, más rigurosos y con más número de
pacientes e identificando que tipos de probióticos o cepas bacterianas
específicas son las más idóneas, que confirmen estos efectos beneficiosos para
poder recomendar su uso en estos pacientes con rinitis alérgica.
Por tanto la única recomendación formal que apoya la
literatura médica y científica (aunque con una evidencia de baja calidad), y
valorado por organismos competentes como la WAO es que los probióticos a día de
hoy pueden tener cierto papel preventivo en la dermatitis atópica, para el
resto de las patologías alérgicas y el tratamiento de las mismas queda mucho
por hacer y mucho camino por andar.
Dr. Jaime García
Campos.
Médico
Especialista en Alergología.
Grupo
AlergoMálaga.
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