El ser humano ha intentado tratar las enfermedades
respiratorias con inhalaciones y vapores desde tiempos remotos, como consta en
el papiro de Ebers hace más de 3500 años donde describe la preparación de unas fumigaciones balsámicas para calmar la tos.
Durante estos tres milenios múltiples plantas, resinas y productos químicos se
han empleado para tales fines, como inciensos, mirra, flores de manzanilla,
enebro, piñas de pino, belladona, estramonio, opio, arsénico, mercurio…
A principios del siglo XX comienza
el desarrollo moderno de la terapia inhalatoria y sus fármacos más conocidos,
como la síntesis de la adrenalina, y a mediados de los 50s el primer
broncodilatador actual, el isoproterenol (como si habláramos del padre del
salbutamol o Ventolin). Y un poco más tarde, en los 70s y 80s, aparecen los
primeros corticoides inhalados: la beclometasona y la budesonida.
Máquina de inhalación de principios del s.XX |
Partiendo de esta introducción, hay
dos grupos importantes de fármacos dentro de la terapia inhalada del asma, que
son los broncodilatadores
(beta-adrenérgicos) y los antiinflamatorios
(corticoides), que se pueden emplear de forma individual (monoterapia) o bien
combinados.
Cuando hablamos del tratamiento del
asma bronquial, no podemos obviar el hacer referencia a la guía GEMA (Guía Española para el Manejo del
Asma), que reúne a las sociedades científicas españolas de distintos campos
de la medicina para abordar esta patología, estableciendo una serie de
escalones terapéuticos en función de la gravedad del cuadro clínico de nuestro
paciente.
Escalones terapéuticos de la guía GEMA |
¿Qué
tipos de inhaladores hay?
En los últimos 50 años se han desarrollado multitud de dispositivos inhaladores para contener los principios activos del tratamiento del asma. Siendo un poco reduccionistas, podríamos dividirlos en dos grandes grupos: los aerosoles en cartuchos presurizados (MDI: Metered Dose Inhaler) que son los tipo “spray” como el Ventolin y los inhaladores de polvo seco (DPI: Dry Powder Inhaler). En ambos tipos de dispositivo podemos encontrar tanto fármacos de forma individual como combinados.
En los últimos 50 años se han desarrollado multitud de dispositivos inhaladores para contener los principios activos del tratamiento del asma. Siendo un poco reduccionistas, podríamos dividirlos en dos grandes grupos: los aerosoles en cartuchos presurizados (MDI: Metered Dose Inhaler) que son los tipo “spray” como el Ventolin y los inhaladores de polvo seco (DPI: Dry Powder Inhaler). En ambos tipos de dispositivo podemos encontrar tanto fármacos de forma individual como combinados.
¿Cuándo
se aconseja utilizar unos u otros?
Dependerá de las características de
cada paciente y también del momento clínico en el que se encuentre. Para
orientarnos existen una serie de ventajas para cada tipo de dispositivo:
- Los tipo “spray” o MDI (Convencional,
Modulite®, Respimat®, SAA® y Ribujet®): se recomiendan sobre todo para
el tratamiento de las crisis, ya que no requieren inspiración enérgica y se
pueden acoplar a cámaras de inhalación (con o sin máscara) para facilitar su
uso en niños, personas mayores o aquellos que no puedan colaborar. Son
pequeños, ligeros y fáciles de usar (incluso con una sola mano).
- Los tipo “polvo seco” o DPI (Accuhaler®, Easyhaler®, Genuair®, Novolizer®, Turbuhaler®, Twisthaler®
y NEXThaler®): Desaparece el problema de la coordinación pulsación-inspiración
y la necesidad de cámara, informan de las dosis disponibles. Estos no se pueden
usar en menores de 6 años.
Inhaladores presurizados, de polvo seco y cámaras de inhalación |
Uso correcto de los inhaladores
Para el correcto uso de los sprays o MDI¸ primero hay que retirar
la tapa del inhalador y agitarlo, después soltar el aire de los pulmones,
colocar la pieza bucal del inhalador entre los labios y presionar el cartucho
mientras inhalamos de forma lenta y sostenida. Esta parte es la más complicada,
coordinar la pulsación del dispositivo y el tiempo en el que cogemos aire, por
ello suelen recomendarse con el uso de cámaras espaciadoras, que contienen el
fármaco tras la pulsación favoreciendo la inhalación del mismo en una segunda
fase. Finalizada la inhalación hay que mantener el aire dentro de los pulmones
al menos 5-10 segundos y luego exhalar.
Los inhaladores tipo polvo seco o DPI igualmente hay que destapar
el dispositivo y seguir las instrucciones de carga o preparación del mismo (que
varían según el aparato). Una vez cargado el dispositivo, no hace falta
coordinar ninguna maniobra, se exhala el aire, se coloca la pieza bucal entre
los labios y se realiza una inspiración enérgica y sostenida. Finalizada la
inhalación hay que mantener el aire dentro de los pulmones al menos 5-10
segundos y luego exhalar.
Pautas de Administración
Aquí os expongo una serie de pautas
generales, que suelen ser bastantes frecuentes en nuestras consultas, aunque
siempre deben adaptarse de forma individual al paciente y el momento de la
valoración médica, e igualmente revisarse y modificarse según evolucione el
paciente.
En pacientes con síntomas esporádicos o puntuales (menos
de 1 vez a la semana), suele ser suficiente con un broncodilatador tipo
Ventolin® (MDI) o Terbasmin (DPI Turbuhaler).
Pacientes con síntomas 2 o más veces por semana,
pueden requerir o bien un corticoide de mantenimiento con dosis de rescate de
un broncodilatador, o bien una terapia combinada de broncodilatador +
corticoide. Esta combinación puede ser única o bien repetirse 2, 3 o 4 veces al
día, según el estado del paciente, la dosis y el tipo de inhalador. Es
importante recordar que cuando se utilizan corticoides inhalados de forma mantenida,
siempre hay que enjuagarse la boca tras su uso, para prevenir un efecto
secundario que es la formación de hongos en la boca.
En los niños menores de 6 años, suele prescribirse generalmente Ventolin o la combinación de Ventolin y Budesonida, en inhaladores tipo "spray" y siempre con cámara +/- mascarilla, en esquemas de lo más diverso, siempre adaptados a la necesidad del cuadro clínico.
En los niños menores de 6 años, suele prescribirse generalmente Ventolin o la combinación de Ventolin y Budesonida, en inhaladores tipo "spray" y siempre con cámara +/- mascarilla, en esquemas de lo más diverso, siempre adaptados a la necesidad del cuadro clínico.
Ventolin o Salbutamol, un broncodilatador de acción corta para rescate |
Para finalizar os contaré una
curiosidad “malagueña”. Desde el antiguo Egipto se ha utilizado una sustancia
natural el khellin o khella, cuyos
componentes químicos son derivados de las cromonas (otro tipo de fármaco
broncodilatador). Este khellin se
obtiene de una planta que todo malagueño conoce, la biznaga.
La biznaga auténtica (Ammi visnaga) |
Dr. Jaime García
Campos
Médico Especialista en Alergología
Grupo AlergoMálaga
Médico Especialista en Alergología
Grupo AlergoMálaga
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