Termina la primavera, los niveles
de la mayoría de los pólenes bajan, muchos de nuestros pacientes mejoran, pero
puede que no sea así para los alérgicos al polen de la Salsola, cuya
polinización se mantiene durante los meses de verano (de marzo a octubre).
Picos de polinización de Salsola en España Todos podemos recordar esta planta seca, arrollada por el viento (tumbleweed en inglés) típica de las películas del oeste. |
Vamos a conocer unas breves
nociones sobre esta planta: La Salsola también es conocida por otros múltiples
nombres: “barrilla de borde”, “hierba del jabón”, “salicor de la Mancha”,
“capitana”, “arrascateja “, etc. Pertenece a la familia de las Amarantáceas,
y es de origen asiático, aunque se ha difundido por todo el planeta. Es
frecuente encontrarla en zonas arenosas de playas y dunas. Presenta una alta
resistencia a la sequía, por lo que sus niveles aumentan en años con pocas
lluvias. Tiene un alto contenido en sodio, por lo que en la antigüedad sus
cenizas se usaban para la producción de vidrio y para la elaboración de sosa
para jabones.
Tiene porte herbáceo y arbustivo,
muy ramificado desde la base con hojas pequeñas y carnosas y, en algunas
especies, punzantes. Las flores aparecen de marzo a octubre, produciendo
numerosas semillas (una planta puede llegar a generar hasta un millón).
Su polen aparece en bajas
concentraciones, constituyendo el 1,6% de los recuentos de pólenes en las zonas
de España donde se encuentra, por lo que en un principio se puso en duda como
responsable de patología alérgica. Pero, numerosos estudios han demostrado su
implicación como agente responsable de dicha patología, alcanzando prevalencias
en algunas zonas de hasta el 31% (en Elche y Toledo es la primera causa de
sensibilización a pólenes). Por lo que suponemos que es un polen muy agresivo desde
el punto de vista alérgico.
El polen de la Salsola es capaz
de desencadenar síntomas oculares (picor, enrojecimiento conjuntival,
lagrimeo), nasales (estornudos, picor, obstrucción nasal, mucosidad acuosa) y bronquiales
(tos persistente, dificultad para respirar, autoescucha de sibilantes), coincidiendo
con la época de polinización.
Para tratar estos síntomas, como
siempre, utilizaremos antihistamínicos orales/tópicos, corticoides inhalados
nasales/bronquiales, broncodilatadores…etc, todo en función de la clínica que
presente el paciente, con los que conseguiremos mejorar su sintomatología. Pero,
debemos recordar que, el único tratamiento disponible para atacar la causa del
problema es la inmunoterapia o vacunación antialérgica; es el único que
interrumpirá de forma definitiva el curso natural de la enfermedad, y debe ser
prescrito SIEMPRE por el alergólogo.
Dra. Rocío de la Higuera Artesero
Médico
Especialista en Alergología
Grupo
AlergoMálaga
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