“El pediatra nos ha dicho que nuestro hijo puede tener asma”. Es una frase que frecuentemente escuchamos en la consulta y que suele
alarmar y desconcertar a los padres.
¿Qué es el asma?
El asma es una enfermedad
respiratoria reversible con una base inflamatoria, en la que los bronquios se
estrechan, produciendo un broncoespasmo y problemas para respirar. Esta
inflamación bronquial puede estar producida por diferentes causas: alérgenos,
infecciones víricas, e irritantes inespecíficos como el humo del tabaco o la
contaminación ambiental.
Podemos diagnosticar de asma
infantil, a aquel niño que presenta al año 3 o más episodios de tos, acompañada
de silbidos o “pitos” en el pecho, y dificultad para respirar, mejorando tras
el uso de medicación con acción broncodilatadora.
Durante la infancia, podemos diferenciar dos tipos de asma: El primero es un asma que comienza a muy temprana edad. Se relaciona con el tabaquismo materno, la prematuridad, la asistencia a guarderías y, normalmente, está desencadenada por infecciones víricas. Aproximadamente 3 de cada 10 niños pueden presentarla, y en una gran parte de ellos desaparece de forma espontánea con el desarrollo.
Durante la infancia, podemos diferenciar dos tipos de asma: El primero es un asma que comienza a muy temprana edad. Se relaciona con el tabaquismo materno, la prematuridad, la asistencia a guarderías y, normalmente, está desencadenada por infecciones víricas. Aproximadamente 3 de cada 10 niños pueden presentarla, y en una gran parte de ellos desaparece de forma espontánea con el desarrollo.
Virus |
El segundo tipo de asma en la infancia es el asma alérgica. Generalmente debuta después
del primer año de vida o en años sucesivos. Se suele asociar, aunque no
siempre, con antecedentes familiares de alergia, y personales de dermatitis atópica
y/o alergia a alimentos. Si no actuamos a tiempo, con un tratamiento adecuado,
este tipo de asma puede agravarse y hacerse crónica en la edad adulta.
Si mi hijo tiene asma, ¿a qué edad
es recomendable realizar las pruebas de alergia?
Durante los 3 primeros años de vida, la causa más
frecuente de asma son los virus y no la alergia. Por ello, una buena edad para comenzar a hacer el estudio en un niño
asmático, son los 3 años. Un inciso: Si existiese también la sospecha de una
alergia alimentaria, el estudio alergológico JAMÁS SE DEMORARÍA POR LA EDAD.
¿Qué debo hacer para solucionar un
asma infantil de origen alérgico?
La alergia es el
factor determinante que provoca que un asma infantil persista en la edad
adulta. En estos niños, sólo la inmunoterapia (“las vacunas de la alergia”), han
demostrado ser eficaces deteniendo la evolución natural del asma, y aumentando
el porcentaje de niños que quedan libres de la enfermedad.
Y para finalizar, recordad: el
objetivo es que un niño asmático pueda llevar a cabo una vida completamente normal, incluyendo la práctica de deporte y la
participación en juegos, excursiones, etcétera, junto con el resto de niños de
su edad. La asistencia repetida en urgencias para recibir “aerosoles”, el uso
recurrente de corticoides en las crisis, etcétera, no son una opción, ni para
los padres ni para nosotros. La intervención de un Médico Especialista en
Alergología será fundamental en estos casos.
Niños jugando |
Dra. Clara
Isabel Pérez Padilla
Médico Especialista en Alergología
Grupo AlergoMálaga
Médico Especialista en Alergología
Grupo AlergoMálaga
Muy bueno este post; resume muy el enfoque actual del niño asmático. La única cosa que yo añadiría es que también puede ocurrir que el niño que debuta con asma infecciosa en los primeros meses-años de vida puede evolucionar a asma alérgica, por lo que no está de más anticipar el estudio alérgico en niños que empiezan con asma infecciosa y no van mejorando con el tiempo. Un saludo
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