Cada vez que
un paciente acude a un alergólogo refiriendo ser “alérgico a la humedad”, respiro
hondo. Me toca hacerle entender que la “humedad” como tal, no es más que vapor
de agua y que no puede producir alergia… aunque sí es una condición ambiental
que favorece su desarrollo frente alérgenos que proliferan cuando es elevada, como
por ejemplo ocurre con los ácaros del polvo y con los hongos (estos últimos tal
vez algo más desconocidos).
Condensación en cristal de la humedad ambiental |
Los hongos
constituyen un reino de seres vivos independiente, el reino Fungi,
caracterizado por su gran heterogeneidad. La característica fundamental que los
diferencia de los vegetales, es la ausencia de clorofila. Por este motivo, han
de vivir en simbiosis con otros seres vivos o como parásitos, ya que no pueden
realizar la función fotosintética. Para profundizar en el conocimiento de este
reino, os animo a leer cualquier tratado de biología. Pero, en esta entrada a
nuestro Blog para pacientes, creo que os puede interesar más las
características de las alergias respiratorias desencadenadas por los hongos
ambientales.
Los hongos
desencadenan reacciones de hipersensibilidad de diferentes tipos, las más
frecuentes mediante mecanismos mediados por la IgE (es decir el mismo mecanismo
que origina el resto de alergias por ácaros, pólenes, alimentos…).
La más
importante es la afectación de la vía respiratoria inferior, la inhalación de
esporas fúngicas en pacientes sensibilizados, puede inducir crisis de asma.
Pero también rinitis y conjuntivitis. Existe evidencia científica entre la
asociación de asma grave y la exposición a esporas fúngicas o sensibilización a
mohos. Se ha demostrado la relación que existe entre brotes epidémicos de asma
en días de tormenta porque se asocia con altos niveles fúngicos atmosféricos,
ya que las turbulencias aéreas en esos días movilizan mohos y pólenes.
Las pruebas
diagnósticas no difieren de las realizadas para otros alérgenos,
fundamentalmente los pricks cutáneos (muy sensibles) y la determinación de IgE
específica (análisis de sangre).
Las pruebas
demuestran que el moho Alternaria es la causa principal de sensibilización
fúngica en Europa, y que ello se asocia con el desarrollo de rinitis alérgica y
asma, así como su persistencia y gravedad.
Esporas de Alternaria |
Hay
profesiones que pueden facilitar la sensibilización a estos alérgenos,
jardineros, agricultores, leñadores … pero también los que trabajan en
ambientes interiores, como personal de limpieza y mantenimiento de edificios,
trabajadores de industrias contaminantes, y producción de algunos alimentos:
embutidos (Penicillium spp crecen sobre la superficie durante la fermentación),
quesos curados (Penicillium roquefort, Penicillium camembert, cabrales…). Otras
enfermedades pulmonares por hongos también se asocian a determinadas profesiones,
como las neumonitis de empleados de la industria del corcho, personal de
mercados o almacenes de frutas y verduras, los expuestos a aires
acondicionados…
Alternaria creciendo en tomate |
También se ha
descrito que fumar marihuana puede inducir una sensibilización a Aspergillus
que suele estar presente en el material usado para fumar.
Aspergillus spp |
Aspergillus colonizando rebanadas de pan |
Pero, ¿dónde
están los hongos? Pueden estar en cualquier sitio, en el exterior o en el
interior de edificios, medios de transporte, colegios, así que estar expuestos
a ellos resulta inevitable, pero la mayor o menor concentración es variable. La
mayor concentración en el exterior suele ser en los meses de verano, cuando la
temperatura y la humedad son más elevadas. También en zonas con vegetación
abundante, aunque en las zonas urbanas no se libran, ya que parece que factores
ambientales como la contaminación favorecen la irritación de las mucosas
respiratorias y favorecen la penetración de partículas fúngicas.
¿Qué podemos
hacer para evitarlos? No existe, en condiciones naturales, ningún espacio
interior o exterior completamente libre de hongos, pero si se pueden encontrar
en niveles bajos o aceptables que no causen problemas a los alérgicos. Lo
habitual es que empiecen a multiplicarse en primavera, llegan al máximo en
verano hasta principios de otoño.
- Se debería
recomendar a los alérgicos limitar su estancia en el exterior en zonas rurales
o boscosas, parques y jardines en días muy ventosos o de tormentas
“secas”.
- No manipular
granos de cereales almacenados, establos…
- Medidas
encaminadas a reducir la humedad dentro de las casas, sótanos y garajes,
favoreciendo la ventilación exterior y exposición solar.
- Bajantes y
conducciones de agua herméticos.
- Extractores en
cocinas y baños.
- Ojo con la
conservación de alimentos perecederos en neveras y despensas, e intentar
reducir el número de plantas de interior.
Limón colonizado por Penicillium |
Dra. Gloria Requena Quesada.
Médico Especialista en Alergología
Grupo
AlergoMálaga
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