jueves, 30 de noviembre de 2017

Influencia del cambio climático en alergia



Sois muchos los que en consulta nos comentáis que parece que ahora todo el mundo tiene alergia y nos preguntáis si tenemos un porqué. Existen diversas teorías sobre el aumento de la prevalencia de alergia, y algunas de ellas se han expuesto en el ‘Simposio de Alergología y Cambio Climático’, al que hemos asistido parte del equipo y de las que queremos haceros participes.
El cambio climático es una realidad
En los últimos meses, hemos escuchado en los medios de comunicación hablar de niveles altos de polución, limitaciones de la circulación de los coches y acceso a las ciudades, así como de condiciones meteorológicas extremas (huracanes, inundaciones, sequías…), olas de calor o máximos de temperatura no detectados previamente en épocas otoñales. Pues bien, esta polución ambiental y el cambio climático afectan al desarrollo de las plantas, y además de forma directa pueden dañar el sistema respiratorio.
Capa de contaminación sobre la ciudad de Madrid

Si nos centramos en el asma, su prevalencia se ha incrementado en las últimas décadas, especialmente en ambientes urbanos, y en niños y adolescentes. En los últimos 50 años la prevalencia ha pasado del 2-4% al 10-15% de la población. Del mismo modo, se ha producido un aumento de la alergia a pólenes alcanzando el 40% de los jóvenes adolescentes.
Asma bronquial e inflamación de la vía aérea
Contaminación
El 80% de la población urbana mundial está expuesta a niveles de contaminación que exceden los recomendados. Concentraciones más bajas de las recomendadas por las Agencias de Calidad Ambiental incrementan los síntomas y asistencia a urgencias de los pacientes asmáticos. La exposición a partículas daña el pulmón y aumenta la inflamación. Por lo que la contaminación empeora los síntomas de asma preexistente y puede inducir nuevos casos de asma e incrementar el riesgo de sensibilización alérgica.
Panel informativo de calidad del aire y ambiental
 Así mismo, esta contaminación producida por partículas diésel de la combustión de motores y por las calefacciones, hace que las plantas desarrollen mecanismos defensivos y que produzcan pólenes más agresivos que son más alergénicos.
El transporte privado representa el 25% de la contaminación en Madrid
Cambio Climático
El aumento de la temperatura producido por el aumento de los gases invernadero y en concreto el dióxido de carbono (CO2), provoca:
- Un fenómeno de inversión térmica en la atmósfera de las ciudades, que hace que el polen persista durante más tiempo en la atmósfera y con ello se incrementa la posibilidad de exposición a estos pólenes.
- Una aceleración del crecimiento de las plantas, adelanto en la floración, aumento de la producción de polen, además de dar pólenes más agresivos.
- Una alteración de las épocas de reproducción y el espacio que habitan los hongos y los ácaros, así como diferentes virus.
Esto explicaría en parte, que haya más alérgicos en las ciudades que en zonas rurales. Ya que ocasiona un periodo de exposición a pólenes más largo que los conocidos hasta ahora y con ellos un aumento de los síntomas durante más tiempo en los alérgicos y aparición de un mayor número de nuevas personas alérgicas.

Este hecho ya se ha constatado en ciudades como Madrid con adelanto de la floración del platanero de sombra, gramíneas, siendo muy significativo para el polen del ciprés o arizónicas que llega a adelantarse más de un mes de su periodo habitual.
Por otro lado, la sequía y falta de precipitaciones está conduciendo a zonas en desertización, con desplazamiento de especies vegetales más débiles y expansión de otras más resistentes a estas nuevas condiciones y más alergénicas como son la Salsola y Chenopodium, cuyos pólenes además persisten durante más tiempo en la atmósfera por la falta de lluvias, apareciendo un aumento de casos en los últimos años en la zona de Levante y con síntomas fuera de la época habitual.
Salsola kali
Todos estos datos nos dicen que el cambio climático es un hecho y que influye de forma negativa sobre las enfermedades alérgicas. Desde aquí queremos aportar nuestro granito de arena informando de este fenómeno y de algunas de las medidas que tenemos en nuestras manos para ralentizarlo.

¿Qué podemos hacer nosotros?
Disminuir el consumo de combustibles fósiles y controlar la emisión de nuestros vehículos. Potenciar las energías renovables.
Energías renovables
Potenciar el uso del transporte público y disminuir el transporte privado dentro de las ciudades.
Para los alérgicos o personas con problemas respiratorios, disminuir las actividades al aire libre los días de máxima contaminación.

Dra. Teresa Posadas Miranda
Especialista en Alergología
Grupo AlergoMálaga

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