jueves, 19 de septiembre de 2019

El peor enemigo del otoño: el ácaro


Würchwitz es una localidad alemana en el estado de Sajonia-Anhalt famosa por ser el único lugar del mundo donde se produce el Milbenkäse o queso de ácaro, cuya fabricación se remonta a la mismísima edad media. Es por ello que un día las autoridades decidieron erigir una estatua en su honor, el Käsemilben-Denkmal o monumento al ácaro del queso. Y es que la infestación por ciertos ácaros determina que el queso acoja ese aspecto y sabor tan particulares. El Milbenkäse se prepara aromatizando bolas de quark (un tipo de queso blando) con alcaravea y sal, dejándolas secar, y luego depositándolas en una caja de madera que contiene harina de centeno y ácaros (concretamente la variedad Tyrolichus casei) durante alrededor tres meses. Una enzima excretada en los jugos gástricos de estos ácaros hace que el queso madure y ¡tachán!
Milbenkäse o Queso de ácaros

Monumento al ácaro del queso
             Pero ocurre igual con otros quesos: el Acarus siro (o ácaro de la harina) es usado para la fabricación del Mimolette, y la familia Acaridae es usada para la elaboración de muchas variedades de los deliciosos quesos franceses. Hasta aquí, bien. Pero todo tiene un reverso tenebroso.

Tyrolichus casei
Los ácaros son una subclase de arácnidos, de los que existen alrededor de 50.000 especies descritas. 25 de ellas están implicadas como causa en algunas enfermedades alérgicas, principalmente respiratorias: la rinitis y el asma.

            Conviven con nosotros, a nuestro alrededor, y se alimentan de NO-SO-TROS, sí, querido lector: de ti, de mí, de tus hijos, de los míos… ¿Cómo puede ser? La materia orgánica muerta es su sustento, las descamaciones de nuestra epidermis.

Su hábitat principal está en el interior de las viviendas, habiéndose aislado en sábanas, almohadas, colchones, peluches, alfombras, cortinas, sofás y cualquier mobiliario tapizado y con relleno. Los sofás y sobre todo los colchones constituyen un hábitat perfecto para los ácaros ya que, por la profundidad de su relleno, retienen mucha humedad derivada del calor de la transpiración humana y comida, mucha comida, procedente de nuestra descamación diaria.
Salón de casa (en rojo, posibles hábitats para ácaros)
       Por tanto, los ácaros forman parte del polvo de una casa, que es una mezcla de materia inorgánica y orgánica, que incluye escamas de piel humana, fibras, esporas de hongos, bacterias, virus, pólenes, insectos, derivados dérmicos de animales, restos de alimentos, plantas de interior y ácaros. Pero solo el material orgánico puede producir sensibilización alérgica. Cuando se dice que una persona es alérgica al polvo, realmente es alérgica a los ácaros de dicho polvo (en la mayoría de los casos). Y, para rizar más el rizo si cabe, diré que la principal fuente de alérgenos de los ácaros son sus partículas fecales. Es decir, que lo que realmente nos provoca alergia son sus heces. En fin…

¿Cómo se reproducen?
Su ciclo de crecimiento (de huevo a adulto) es de 25 días a 25º C, y la mayoría de ellos viven entre dos y tres meses, a lo largo de los cuales realizan una o dos puestas de huevos que suelen contener entre 20 y 40 unidades.
Durante las horas del sueño, los ácaros de los colchones encuentran las condiciones idóneas para su desarrollo. Por ello, no es recomendable hacer la cama de inmediato, sin ventilación previa, ya que así se mantienen más tiempo la temperatura y humedad ideales para su proliferación.

Los ácaros implicados con más frecuencia en los procesos alérgicos pertenecen a tres superfamilias:
- Pyroglyphoidae: Dermatophagoides pteronyssinus, Dermatophagoides farinae y Euroglyphus maynei. Siendo los dos primeros, sin duda, los más importantes en las sensibilizaciones alérgicas y los que más abundan en los domicilios.

Las otras dos superfamilias son ácaros de almacenamiento que se alimentan principalmente de restos de comida presentes en el polvo doméstico, y su hábitat principal son los granos y en general los alimentos almacenados. Son:
- AcaroidaeAcarus siro y Tyrophagus putrescentiae (que suele crecer en zonas donde se almacenan alimentos como el jamón o el queso).
- Glycyphagidae: Blomia tropicalis, muy frecuente en las islas Canarias y zonas tropicales, y Lepidoglyphus destructor, muy común en el norte de España y sobre todo en Galicia.

En pocos días llega el otoño, pero con el incremento de la humedad ya se aprecia un repunte en las consultas de casos de rinitis y asma debidos a una alergia a los ácaros del polvo. Si vives en la costa, sospecha, siempre sospecha, y ah… piensa en alergia.

Dra. Clara Isabel Pérez Padilla
Médico Especialista en Alergología
Grupo AlergoMálaga

2 comentarios:

  1. Anónimo9/20/2019

    Muy interesante.

    Lo hubiese titulado:

    El peor enemigo EN otoño: el ácaro

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    1. Estimado anónimo: todo depende de la semántica. La semántica es importante (usted lo sabe); tanto, que a veces un lector desatento puede pensar erróneamente. Verá usted: hemos querido ser mayestáticos, exagerados, unos locos de atar de las alergias... y del otoño; ¿lo coge? Pero es bastante triste, que en vez de valorar, opinar, compartir la información que este blog se trabaja semana a semana y que sin duda ayuda a la población general (recibimos docenas de mensajes demandando ayuda que atendemos, incluso de pacientes de Latinoamérica), su anónimo comentario se base en esta tontería de profesor/a de Lengua y Literatura de Enseñanza Secundaria (además, sin razón). Un cordial saludo y siga así, que va por buen camino. Saludos cordiales.

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