jueves, 3 de mayo de 2018

Enfermedades Alérgicas Raras: el Síndrome Gato-Cerdo


         Llega la primavera y con ella comienzan las reuniones con los amigos y las barbacoas al aire libre. Aunque sea una entidad muy poco frecuente, algunos pacientes nos cuentan síntomas mientras disfrutan de estas barbacoas. En esta entrada os traemos un caso de una chica de 25 años con un síndrome de alergia cruzada gato-cerdo.
Amigos haciendo una barbacoa
          La paciente desde los 9 años ha tenido gato en casa y con 11 años comenzó a experimentar síntomas de tipo alérgico al contacto con el mismo, con estornudos, mucosidad de tipo acuoso, picor nasal y ocular llegando a aparecer un asma persistente leve con tos, pitos y ahogo, que ha ido tratando según la prescripción de su médico de familia. Al trasladarse a estudiar a la universidad y no vivir con el gato, solo presentaba síntomas cuando acudía los fines de semana o en vacaciones a su casa.
Gato como posible alérgeno ambiental
        Con 20 años estando en una barbacoa en verano, comienza a sentir picor en la boca de forma inmediata tras tomar un filete de lomo de cerdo y a los 20 minutos presenta una urticaria generalizada, sensación de presión en la garganta y retortijones, lo que motiva su visita a urgencias. Días después, estando en casa, toma embutido (salchichón) apareciendo de nuevo síntomas similares y requiriendo de nuevo asistencia en urgencias.
Síntomas de anafilaxia: Opresión faríngea, dolor abdominal
        Entre ambos episodios había tomado solomillo de cerdo muy hecho, así como carne de otras especies con buena tolerancia, por lo que decide consultar con nosotros para descubrir que le está ocurriendo.
Solomillo de Cerdo
       Al ser una entidad rara, es necesaria la intervención de un especialista en Alergología para un diagnóstico precoz y dar las recomendaciones oportunas. El primer caso fue descrito en 1994, aunque no hay mucho investigado, este se produce por hipersensibilidad a la proteína seroalbúmina del gato que es parecida antigénicamente a la seroalbúmina del cerdo y por este motivo se produce la reacción a ambos. Las seroalbúminas de los mamíferos están presentes en diferentes tejidos y secreciones, incluidas la carne, la piel y la leche. Por lo que la paciente presenta una alergia respiratoria al gato (Fel d 2-seroalbumina) y una alergia alimentaria a la carne del cerdo.
Una alergia poco común: Síndrome Gato-Cerdo
    Generalmente la alergia a la seroalbúmina del gato suele preceder en años a la alergia a la carne de cerdo, que suele aparecer ya en la edad adulta.
A través de este mismo tipo de proteínas, se han descrito otras asociaciones menos frecuentes como el síndrome gato-cordero (se considera la carne de cordero como la menos alergénica de los mamíferos) o el síndrome hámster-caballo (asma por epitelio de hámster y alergia a la carne de caballo). En la mayoría de los casos, los pacientes tienen inicialmente síntomas respiratorios con los epitelios y posteriormente desarrollan la alergia alimentaria

      Es frecuente también que las reacciones aparezcan con carne poco hecha, cruda o que haya sido secada o ahumada y menos probable si esta está muy hecha.

        Las reacciones aparecen rápidamente tras la ingesta de la carne (20-40 minutos), lo que ayuda a diferenciarlo de las reacciones por alergia a alfa-gal, otra proteína responsable de alergia a la carne, que da reacciones retardadas varias horas después del consumo.

      Aunque se conoce bien la historia natural que sigue esta enfermedad, parece ser que la IgE específica a la seroalbúmina de gato puede disminuir progresivamente con el tiempo, ya que se han dado casos de algunos pacientes que han podido tolerar la ingesta de cerdo de forma puntual sin presentar síntomas. Tal vez la exposición a gato continua o puntual como la de nuestra paciente es la que mantiene esta sensibilización e IgE elevada al alérgeno.

Pese a que los síntomas que describe la paciente son bastante sugestivos de alergia, nos debemos de apoyar en la realización de pruebas cutáneas y análisis de sangre para la determinación de IgE específica. Nuestra paciente presentaba pruebas cutáneas positivas a gato, perro y caballo e IgE positiva para carne de cerdo, epitelio de gato, perro y caballo y alfa-gal negativo. Por lo que la diagnosticamos de este síndrome de alergia cruzada a gato-cerdo y pudimos darle la recomendación de evitar la carne de cerdo y poder mantener el resto de especies.
Autoinyectores de Adrenalina
    A parte de la evitación de los alimentos de origen porcino, la paciente será portadora de un autoinyector de adrenalina, a la que entrenamos en consulta para su uso en caso de una reacción grave por la ingesta inadvertida de los mismos.

Dra. Teresa Posadas Miranda
Médico Especialista en Alergología
Grupo AlergoMálaga

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