miércoles, 17 de mayo de 2017

Probióticos y alergia: ¿Realidad o engaño?



En los últimos años, podemos ver en el mercado cada vez más y más complementos alimenticios con indicaciones diversas: cansancio, estrés, antioxidantes, reforzar nuestro sistema inmunológico, multivitamínicos… y más recientemente los probióticos, prebióticos y simbióticos tan popularizados a través de esos yogures “bio” que te equilibran por dentro y hacen que brilles por fuera. Pero, ¿realmente funcionan?
Los yogures "bio" potencian tu sistema inmunológico
Antes de indagar en sus posibles beneficios tenemos que saber qué es cada cosa.
Probióticos: Bacterias o microorganismos beneficiosos
 Los probióticos son microorganismos vivos con efectos beneficiosos para la salud del huésped. Se pueden administrar como medicamentos o incluidos en los alimentos (como los lácteos fermentados). Las cepas bacterianas más conocidas pertenecen a las especies de Lactobacillus y Bifidobacterium.
Bacterias al microscopio electrónico: representación gráfica.
 Los prebióticos se definen como ingredientes alimentarios no digeribles, que promueven el crecimiento selectivo y/o actividad de ciertas bacterias en el colon. Dicho de otro modo, son “alimentos específicos para los probióticos”, generalmente azúcares como la inulina, los fructooligosacáridos y los galactooligosacáridos.

Los simbióticos no son más que la combinación de probióticos y prebióticos con una formulación definida para aprovechar más aún los efectos de ambos.

¿Cuál es la teoría del funcionamiento de los probióticos?

Todo parte de la llamada microbiota intestinal, que es el conjunto de microorganismos y bacterias que viven en nuestro intestino (más de 500 especies distintas y 10 veces más numerosas que nuestras propias células), y que según estudios recientes pueden modular respuestas sistémicas tanto inflamatorias como inmunitarias (en este caso presuponiendo balancean la respuesta inmunológica de tipo alérgico Th2 a tipo no alérgico Th1).
 
El efecto mejor conocido de la administración de probióticos es la disminución del número de deposiciones y duración de la diarrea, siendo más efectivos en la fase de rehidratación oral, también en el síndrome de intestino irritable y cómo veréis más abajo cierto papel preventivo en el desarrollo de eccema/dermatitis.
Pero, y para la alergia ¿funcionan?
 Dada la amplia oferta de distintos probióticos, con diferentes mezclas de microorganismos, distintas cantidades de los mismos y aplicaciones para muchas patologías, la WAO (World Allergy Organization: Organización Mundial de Alergia), realizó a finales de 2015 una revisión de toda la literatura disponible al respecto, aplicándole a los estudios realizados una serie de parámetros de calidad para considerarlos como válidos para incluirlos en el análisis por un grupo de expertos incluyendo alergólogos, pediatras y médicos de familia.
En cuanto a prevención, la evidencia científica disponible actualmente, no indica que el uso de probióticos reduzca el riesgo de desarrollo de alergia en niños. Sin embargo, considerando todos los resultados en este campo, el grupo de expertos de la WAO determinó que probablemente haya beneficio al usar los probióticos como prevención del eccema, sugiriendo que se podrían utilizar en mujeres embarazadas o mujeres lactando con niños con alto riesgo de poder desarrollar alergia y en niños con alto riesgo de desarrollar alergia, teniendo en cuenta que todas las recomendaciones estan apoyadas por una evidencia de baja calidad.
Probióticos como preventivos del eccema o dermatitis atópica
Por otra parte, también se han realizado revisiones sobre tratamiento con probióticos de las rinitis alérgicas, analizando más de 153 artículos disponibles sobre el tema hasta 2016, de los cuales solamente 23 tenían la calidad suficiente como para ser tenidos en cuenta. Valorados individualmente, todos informan de beneficios en al menos uno de los parámetros que valoran (calidad de vida, síntomas o uso de medicación), pero valorados en conjunto solamente se ha objetivado una mejoría significativa en la calidad de vida de los pacientes respecto al placebo, sin encontrarse cambios relevantes ni en las puntuaciones de síntomas (frecuencia e intensidad de síntomas), ni en el uso o cantidad de medicación consumida.
¿Probióticos como tratamiento de rinitis alérgica?
 En resumen, a pesar de que la evidencia actual sugiere que los probióticos puedan tener algún efecto beneficioso en los pacientes alérgicos, hacen falta más estudios, más rigurosos y con más número de pacientes e identificando que tipos de probióticos o cepas bacterianas específicas son las más idóneas, que confirmen estos efectos beneficiosos para poder recomendar su uso en estos pacientes con rinitis alérgica.
 Por tanto la única recomendación formal que apoya la literatura médica y científica (aunque con una evidencia de baja calidad), y valorado por organismos competentes como la WAO es que los probióticos a día de hoy pueden tener cierto papel preventivo en la dermatitis atópica, para el resto de las patologías alérgicas y el tratamiento de las mismas queda mucho por hacer y mucho camino por andar.

Dr. Jaime García Campos.
Médico Especialista en Alergología.
Grupo AlergoMálaga.

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