jueves, 6 de abril de 2017

La alergia a las semillas


 

A pesar de no ser tan prevalente en nuestro medio como otros tipos de alergias alimentarias, su incidencia se está incrementando de forma progresiva. Los beneficios nutricionales que aportan —sobradamente demostrados—, han derivado en que este tipo de alimentos se hayan abierto hueco rápidamente en nuestra gastronomía. Pero no solo eso, también sus usos en la cosmética y la industria farmacéutica, han multiplicado las formas a través de las cuales se puede entrar en contacto con ellos.
Semilla de sésamo
 En nuestro país, la semilla de la mostaza es la más frecuentemente implicada en procesos alérgicos en la edad adulta. La de sésamo (o ajonjolí), está emergiendo como un alérgeno cada vez más importante a nivel internacional, principalmente en la edad infantil (aunque también en la adulta). Hay factores que dan explicación a este fenómeno, como la cultura gastronómica. En Israel, donde el sésamo se introduce de forma precoz en la dieta, se ha convertido, tras la leche y el huevo, en la tercera causa de alergia a alimentos en la franja de edad entre los 0 y 2 años. No debemos olvidar que la alergia a las semillas suele persistir a lo largo de la vida, por lo que debutar de forma tan temprana genera un sinfín de problemas, sobre todo en lugares donde su consumo está muy arraigado y cuesta no encontrarlas salpicando cada plato. Una tercera semilla a destacar como causa de alergia sería la de lino (aunque, por ahora, afortunadamente, son pocos los casos referidos en la literatura médica). Se puede contactar con ella a través de la dieta, pero también en su uso como laxante (bastante extendido en España).
Semilla de lino
La mostaza, tradicionalmente, se ha relacionado con el desencadenamiento de reacciones alérgicas graves (anafilácticas). La manera en la que una persona puede sensibilizarse a la mostaza es variable, pero, hoy en día, gracias a las técnicas de diagnóstico molecular, sabemos que aquellos que lo hacen a la proteína Sin a 2, son los que suelen padecer este tipo de reacciones. Además, algunos estudios han demostrado la existencia de reactividad cruzada entre dicha proteína y otras presentes en frutos secos, a los que el paciente, por tanto, también podría hacerse alérgico. Con el sésamo ocurre algo parecido.
Semilla de Mostaza
 Al tratarse de alimentos que suelen incorporarse a otros de forma complementaria, la posible presencia como alérgenos ocultos debe ser tenida en cuenta, ya que su identificación en un plato es en ocasiones difícil. De ahí la importancia de un correcto etiquetado y de estar al día con la legislación vigente.

Es frecuente no pensar en ellas. Una simple hamburguesa puede llevar mostaza, pero también semillas de sésamo en el pan; en las cocinas tradicionales marroquí, asiática y kösher, es muy frecuente su uso, al igual que el de las legumbres, pues son alimentos de un valor nutricional alto, y en muchos lugares siguen consumiéndose de la misma manera desde hace siglos.

Aunque menos frecuentemente, las semillas también están involucradas en enfermedades respiratorias, como la rinitis o el asma ocupacional, así como en enfermedades de la piel, como las urticarias o las dermatitis de contacto.

Algunas anécdotas:
Un tercio del sésamo importado por Estados Unidos desde México es adquirido por McDonald´s, la franquicia de hamburgueserías.
Las mujeres babilónicas comían halva, una mezcla de semillas de sésamo y miel, como fórmula para alargar la juventud y conservar la belleza.
En la antigua Roma, existía la creencia de que las semillas de sésamo eran buenas para incrementar la fortaleza y la resistencia física.
Pitágoras recomendaba el consumo de mostaza porque aseguraba que mejoraba la memoria y el ánimo.
Canadá cultiva el 90% de toda la semilla de mostaza destinada al comercio internacional.
En definitiva, las semillas son alimentos que deben habitar nuestra dieta, por los beneficios que aportan para la salud, pero de las que hay que sospechar siempre en el caso de reacciones alérgicas.

Dr. Gonzalo Campos Suárez.
Médico Especialista en Alergología.
Grupo AlergoMálaga.

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