Vamos a comenzar con una pincelada de historia, interesante…
Como muchos sabéis, el científico escocés Alexander Fleming fue el descubridor de la penicilina. Su experiencia como médico
militar en la Primera Guerra Mundial, y, sobre todo, el impacto que le
causó la gran mortalidad por heridas de metralla infectadas en
los hospitales de campaña, le llevaron a lanzarse en la búsqueda de un nuevo
antiséptico.
Alexander Fleming: descubridor de la Penicilina. |
El
laboratorio de Fleming estaba habitualmente desordenado, lo que resultó una
ventaja para su siguiente descubrimiento. Un día como otro cualquiera de
1928, estando realizando varios experimentos, al inspeccionar sus cultivos
antes de destruirlos, observó que la colonia de un hongo había crecido
espontáneamente, como un contaminante, en una de las placas de Petri sembradas
con Staphylococcus aureus. Comprobó, con sorpresa, que las
colonias bacterianas que se encontraban alrededor del hongo se habían vuelto transparentes, debido
a una lisis bacteriana. El hongo identificado fue el Penicillium notatum.
Se trata de un moho que produce una sustancia natural con efectos
antibacterianos: la penicilina. La lisis significaba la muerte de las
bacterias, y, en su caso, la de las bacterias patógenas (Staphylococcus aureus)
crecidas en la placa.
Las penicilinas son antibióticos del grupo de los betalactámicos, empleados profusamente en el tratamiento de infecciones provocadas por bacterias sensibles.
¿Te
viene a la cabeza algún nombre perteneciente a esta familia? Sí, eso es: La Amoxicilina es
el antibiótico Betalactámico más frecuentemente prescrito en
edad pediátrica en nuestro país, siendo las reacciones adversas secundarias
a su consumo, uno de los principales motivos de consulta alergológica.
Amoxicilina: El Antibiótico más frecuentemente prescrito en la infancia. |
La
típica historia clínica: "Niño al que durante el tratamiento con alguna
penicilina, por alguna infección con fiebre, le aparecen manchas rosadas en
la piel, con picor". No siempre se trata de una alergia, aunque
a veces sí lo es, por lo que debemos estudiar cada caso de una manera
individualizada. No debemos olvidar lo siguiente:
El 10% de la población refiere ser "alérgica a la
penicilina", sin embargo, sólo un 10-20% lo es realmente.
La
incidencia de anafilaxia por penicilina es de 1,5 a 4 por 10.000 pacientes
tratados; es menor para las cefalosporinas, aunque también se han
documentado casos mortales con este grupo de antibióticos.
Las reacciones adversas en niños, atribuidas al
antibiótico, son en su mayoría de aparición tardía, es decir, se inician después
de varios días tratamiento. El exantema generalizado es la forma
de presentación más frecuente, seguido de la urticaria generalizada (ronchas),
el angioedema (hinchazón) y la urticaria con angioedema.
Exantema Generalizado. |
¿Cómo podemos saber si un niño es realmente alérgico o no a
las penicilinas?
Se
pueden realizar pruebas cutáneas, epicutáneas (menos habitual) y una determinación
en sangre de IgE específica frente a algunas penicilinas.
Prueba Cutánea Intraepidémica o Prick Test. |
Si
estas pruebas son negativas, es imprescindible para el diagnóstico definitivo el test
de exposición contralada con el antibiótico implicado en la reacción (siempre
que no esté contraindicada su realización). El fármaco se administra a
dosis crecientes en consulta.
En mi experiencia personal con niños, las pruebas cutáneas y
la determinación de IgE específica resultan negativas en la mayoría de los
casos; por ello y por ser algo molestas, creo que en función de la historia
clínica debemos valorar si realizarlas o no y comenzar el estudio directamente por
el test de exposición controlada (sobre todo en reacciones secundarias al
uso de penicilinas que no se hayan desarrollado de forma inmediata tras la
administración del fármaco; las típicas historias acaecidas en la infancia, con
afectación de la piel tras varios días de tratamiento).
Las penicilinas son, dentro de los antibióticos, el
grupo de uso más importante en la edad pediátrica. Siempre, ante cualquier reacción
adversa durante su consumo, debemos consultar con un alergólogo.
Dra. Clara Isabel Pérez Padilla
Jefa de la Unidad de Alergia del
Hospital Vithas Xanit
Internacional de Benalmádena (Málaga).
Grupo AlergoMálaga
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