1. ¿Qué
causas explicarían el aumento de alérgicos año tras año en nuestro país? A
ciencia cierta no se sabe, aunque se intuye. Está más que demostrado, que en
países desarrollados como el nuestro, la prevalencia de enfermedades alérgicas
es mucho mayor a la que se puede observar en zonas mucho más desfavorecidas.
¿Excesivo celo en la higiene? ¿Contaminación ambiental? ¿Procesamiento de los
alimentos? ¿Forma en que los consumimos? Probablemente el motivo no sea único,
sino que habría que buscarlo en un origen multifactorial.
2. ¿Cuáles
son las alergias más habituales en niños y cuál es el ranking de las más
problemáticas (entiéndase por “problemática” a las más peligrosas en su
sintomatología)? Las alergias más prevalentes en la edad
pediátrica son las referidas a las proteínas de la leche de la vaca y al huevo; siendo, por otro lado, transitorias en
un 80% de los casos. Posteriormente, el pescado y los frutos secos ocuparían
los siguientes puestos en el escalafón, y tras ellos, las legumbres. Conforme
el niño crece y va entrando en la adolescencia, poco a poco va cambiando el
espectro de alimentos “diana” frente a los cuales suele desarrollar problemas
de índole alérgica. A estas edades más avanzadas, entran en juego el marisco y
la fruta, sobre todo la perteneciente a la familia de las “Rosáceas”
(melocotón, manzana, fresa, pera…etc). Contestando a la segunda pregunta, toda
alergia alimentaria puede desencadenar síntomas severos, que conlleven incluso
la muerte del paciente.
Leche y huevo son los alimentos que más frecuentemente producen alergia. |
3. Hablemos en concreto de la APLV: ¿Qué factores o situaciones pueden
predisponer a un niño a padecerla? No sabemos realmente por qué unos sí y
otros no la desarrollan, pero existen una serie de factores de riesgo, no
siempre evitables. Algunos de ellos son, la carga atópica familiar y la
administración intermitente de proteínas de leche de vaca durante la lactancia
natural, sobre todo durante las primeras semanas de vida. Existe mucha
controversia al respecto y por desgracia, aún no tenemos todas las respuestas
en nuestra mano.
4. Cuando
un bebé de escasos meses es diagnosticado de APLV, ¿qué precauciones (si es que
existen) se deben tener de cara a la introducción de otros alimentos? En
el primer año de vida, la asociación con alergia al huevo, según algunas
publicaciones, llega incluso al 50% de los casos. Por tanto, a un paciente
diagnosticado de alergia a proteínas de leche de vaca, se le deben realizar
pruebas para detectar sensibilización a las proteínas del huevo. En caso de
obtenerse una positividad en las mismas, la recomendación sería, la introducción
del huevo (sobre todo de la clara, que es donde se encuentran la mayoría de las
proteínas alergénicas), de forma controlada en consulta (al año de vida). En
ocasiones, si la reacción con la leche de vaca fue severa (anafilaxia), puede
retrasarse la introducción controlada de la clara unos cuantos meses.
5. Los
niños que no toman leche de vaca ¿pueden estar carentes de calcio, tener problemas óseos o de crecimiento? No,
hoy en día, los hidrolizados de alto grado de proteínas de leche de vaca, así
como fórmulas alternativas como la de soja, están preparadas para que en ningún
caso, un niño en fase de desarrollo sufra ningún tipo de déficit nutricional.
No debemos olvidar, por otro lado, que el calcio se obtiene de múltiples
alimentos, y no sólo de los lácteos (pescado, col, espinaca, higo, naranja,
almendra, garbanzo…etc).
Hoy por hoy no hay déficit de calcio en niños con APLV. |
6. ¿Qué
probabilidades tiene un niño de superar la APLV? ¿Las probabilidades de
superación son las mismas para los casos de “alergia mediada por IgE” que para
los casos de “alergia no mediada por IgE” (intolerancia)? Respecto
a las reacciones “IgE”, como he dicho, aunque varía según la publicación a la
que hagas referencia, la superación de la alergia de forma natural está en
torno a un 80%. Respecto a las “no IgE”, dar una cifra es complicado, pues son
distintos los cuadros clínicos en los que puede mediar este mecanismo
inmunológico, y a día de hoy, existe mucho “infradiagnóstico”. Mi experiencia
personal es que muchas de ellas se superan también con el desarrollo.
7. Sabemos
que las alergias pueden llegar a desaparecer pero, ¿también pueden empeorar? ¿Puede
una “alergia no mediada por IgE” transformarse con el tiempo en una “alergia
mediada por IgE”? Se
trata de una pregunta sin respuesta definitiva. Como norma, no tiene porqué.
Aunque el alimento implicado es el mismo, el mecanismo inmunológico que
desencadena ambos cuadros clínicos es distinto.
8. ¿Es
correcto decir que una “alergia se cura”? En el caso de la leche y el huevo se podría decir
que sí, pues el que supera la misma durante el desarrollo en la infancia, no
vuelve a sufrir sus efectos en la adolescencia ni en la edad adulta (por lo
general).
9. ¿En
qué consisten los programas de desensibilización y que tasa de éxito tienen?
¿Para quienes están indicados? La inmunoterapia oral con
alimentos, está dirigida generalmente a pacientes con alergia a proteínas de
leche de vaca y/o huevo, que a partir de cierta edad (en nuestro grupo, 5
años), no han superado de forma natural su alergia. Está técnica, que hoy en
día se realiza en pocos centros de forma adecuada y segura, tiene dos
objetivos. El primero, es conseguir que el niño alérgico pueda tolerar una
mínima cantidad del alimento en cuestión; lo suficiente para que ante un
contacto accidental, no se desarrolle una reacción, es decir, elevar su “umbral
alergénico”. El segundo objetivo, sería conseguir una tolerancia sostenida y
definitiva en el tiempo; es decir, la superación de la alergia. Esta técnica
consiste en la administración de cantidades crecientes del alimento, para que a
modo de “vacuna”, se induzcan una serie de cambios inmunológicos, que permitan
al paciente avanzar hacia esa “tolerancia”, bien parcial o definitiva. La tasa
de éxitos es variable según el grupo de especialistas que la lleva a cabo, ya
que existen múltiples formas de realizarla. En el Grupo AlergoMálaga, al que
pertenezco, conseguimos elevar el “umbral de reacción” prácticamente en el 100%
de los casos. El éxito en la consecución de una tolerancia sostenida es
sensiblemente más baja.
La desensibilización pretende aumentar la cantidad tolerada del alimento |
10. Para
aquellos que no entiendan de alergias ni intolerancias alimentarias, ¿podrías contarnos brevemente qué
diferencias hay entre una y otra? Las alergias están provocadas por
mecanismos inmunológicos conocidos (reacciones de hipersensibilidad de tipo I o
de tipo IV). Las intolerancias, sin embargo, suelen tener como origen ciertos
déficits metabólicos (ausencia de enzimas…etc). Respecto a su evolución, las
intolerancias suelen ser para toda la vida, al igual que las alergias, salvo en
el caso de la leche de vaca y el huevo, donde, como he dicho antes, se suele
avanzar hacia la curación de forma natural (80%). Clínicamente la aparición de
síntomas también es distinta. Las reacciones alérgicas vinculadas al consumo de
alimentos pueden desencadenan desde cuadros leves (síndrome de alergia oral,
urticarias…), hasta cuadros severos (la temida anafilaxia) e incluso la muerte.
En una intolerancia es extremadamente raro que ocurra esto último. Ambas se
evitan no contactando con el alimento conflictivo.
Ha
sido un placer.
¡Gracias
por tu colaboración y ayuda!
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